miércoles, 4 de julio de 2012

Hola gente ;)

Buenas a todos... Estoy por aquí para anunciar que tengo esta novela un poco olvidada... Estoy con una novela nueva que no me deja respirar, que no voy a colgar por ninguna parte y que a mi parecer promete más que cualquier otra que haya escrito antes. Quizá cuando la termine continúe con ésta, y de vez en cuando seguiré trabajando en ella; ¡deseadme suerte y gracias por vuestros comentarios!

jueves, 17 de mayo de 2012

Your Love Is My Drug

Los días pasaron, dulces y realmente adorables, en los que Nerea empezó a conocer de verdad a Anyelo, y él a ella también. Todos los días se veían en el instituto, de vez en cuando quedaban por las tardes..
Un sábado por la mañana, Nerea estaba haciendo deberes en su cuarto, aún en pijama; en casa estaba su hermana mayor, Laura. Sus padres habían salido con el revoltoso Rubén. Nerea entró en el cuarto de Laura, deseando contarle acerca de su novio. -Laura, ¿podemos hablar? -dijo ella, avergonzada.
-¿Precisamente ahora? Venga, pasa, pero que sepas que como suspenda algún examen por tu culpa, ahora que estoy en el 4º curso por fin..
-Que no, tonta, que sólo te quiero contar una cosa, además, te pasas todos los días estudiando en esa carrera de locos en la que te has metido. Por un momento que te interrumpo, y mira cómo te pones, anda que tener una hermana mayor para esto..-comentó Nerea, tomándole el pelo y haciéndola sentir culpable.
-Que no, que no, venga cuéntame a ver qué pasa. Además, la de ciencias no es una carrera de locos, tiene muchas salidas, ahora que tú seas de letras, ¡es normal que te parezca difícil!
-Que sí, Laura.. Venga, ¿te cuento mi vida en las últimas tres semanas o piensas seguir con tu discurso de todos los días? -le cortó el rollo Nerea rápidamente. La conocía y sabía que iba a estar defendiendo su carrera hasta que se quedara sin argumentos.
-Venga.. Cuenta.
-Pues, verás, desde hace unos meses me gusta un amigo de Mireya. Y en la fiesta de Aylén el sábado de hace tres semanas, me pidió salir, y le dije que sí.
-Ah, vale, amoríos.
-No empieces.. Pues eso, que estoy saliendo con él, y estamos juntos, juntos. Es decir, es mi primer novio y eso.. -Nerea en seguida se sintió culpable por mentirle, pero siguió con su historia.- pero estamos muy bien juntos y, bueno, creo que vamos en serio. ¿Tú ves conveniente que se lo diga a papá y a mamá?
-Sinceramente, no. Tal vez mamá se lo tome con calma, pero.. ¿papá? Te matará y lo matará a él. ¡Siento ser tan pesimista!
-Bueno.. Se lo diré a mamá, a ver si quiere que se lo presente o algo de eso.. Él ya me ha presentado a sus padres y son dos amores de personas.
-¿Ah, sí? No veas qué rápido vais. Cuando empecé con Alberto, estuve casi un año con él antes de presentarlo a papá y mamá.
-Sí, ya lo sé. Pero es que sus padres le dejan salir con chicas. Como es un año mayor que yo..
-¿Un año mayor que tú? ¡Venga ya! Bueno.. Supongo que así es mejor, pero, para ser tu primer novio...
-Bah, por favor, está más que sabido que las chicas preferimos estar con hombres mayores que nosotras, porque maduramos antes que ellos..
-Ya claro, y ¿dónde has oído eso?
-Pues lo dijo mi profesora de lengua.
-Y porque ella lo diga ya.. Cómo idolatras a la gente, niña.
-Déjame anda..
-Bueno.. Y él, ¿cómo es?
-Pues se llama Anyelo, tiene dieciséis años, el pelo corto y oscuro, los ojos grandes
y castaños..
-Ya, ya, pero, ¿es amable?
-Pues claro, que te crees, ¿que voy a salir con un borde?
-No, no caerías tan bajo.
-Bueno, me voy. Que tengo deberes.
-Venga..
Nerea volvió a su cuarto, y fue a hacer los deberes de historia, una de sus asignaturas favoritas. Concentrada, respondió todas las preguntas y luego sacó el libro de matemáticas para hacer los deberes. Cuando los estaba terminando, oyó una pedrada en su ventana, y corrió hacia ella para asomarse.
Abajo, estaba él.
-¡Nerea! ¿Hay alguien en tu casa?
-Está mi hermana la mayor, pero puedes subir si quieres.
-¿No corro peligro de fusilamiento?
-¡Mientras no llegue mi padre, no! Ve hacia la puerta, que te abro.
-¡Vale!
Nerea sonrió, y corrió hacia el cuarto de Laura.
-¡Laura, viene Anyelo! ¡No te pongas borde!
-Eeh.. ¿vale? -respondió ella, sorprendida ante la súbita energía de su hermana.
Nerea bajó las escaleras y llegó a la puerta de entrada. La abrió de un tirón, y en la misma puerta, le besó en los labios. Él se rió y la respondió, y ella lo condució a través de la pulcra casa cogido de la mano.
-¿Mireya te dijo dónde vivía? -preguntó Nerea, acordándose de que él nunca había visto dónde estaba su casa.
-En realidad, le pedí que me acompañara. -dijo él entre risas. -Accedió porque dice que no aguantaba más oírme hablar de ti, y me trajo para que la dejara tranquila.
-¿En serio? ¡Te tengo loquito!
-No sabes cuánto.. -y fue a besarla. Ella retrocedió con una sonrisa en la cara.
-Pues, la verdad.. Que yo tampoco dejo de pensar en ti. -y esta vez sí se dejó besar.
-Vamos, que te voy a presentar a mi hermana Laura, la de 22.
-Bueno, venga.
-Tranquilo, le hablé de ti.
Subieron la escalera, y apoyada en el marco de la puerta de su habitación descubrieron a Laura, con su pelo corto rizado y sus gafas metálicas.
-Hola, Anyelo, soy Laura. -dijo ella sonriendo.
-Hola.. Encantado. -contestó él, nada avergonzado.
-Bueno, yo voy a seguir estudiando. -dijo Laura. -No arméis mucho jaleo que necesito concentrarme.
-¡Laura! -dijo Nerea boquiabierta.
-¡Hasta luego! -dijo ella, cerrando la puerta.
Nerea cogió de la mano a Anyelo. -No le hagas caso, está amargada con la universidad... -le dijo al oído. Y entraron los dos al dormitorio de Nerea.
                                                    ~continuará~

sábado, 12 de mayo de 2012

(...)

Hace mucho que no escribo.. Lo siento a mis lectores pero de verdad, que los estudios me matan el tiempo. Estas vacaciones recuperaré todo el tiempo perdido.. !Deseadme suerte!
-Ana.

viernes, 6 de abril de 2012

Que Me Quedes Tú

Era Lunes por la mañana, camino del instituto, dos días después de aquella fiesta tan especial.
Nerea soñaba despierta mientras caminaba con Jose, Aarón y Marta, conocidos del instituto que vivían cerca de su casa.
Estoy deseando llegar al instituto sólo por verle. -Pensaba Nerea, en las nubes. -Dios.. Tengo mariposas en el estómago sólo de recordar sus besos en la fiesta, sus dulces labios acariciando mi cuello.. ¡Quiero tenerle YA conmigo! -En sus ensoñaciones, Nerea había llegado a un paso peatonal y no se había dado cuenta. Un deportivo azul casi se la lleva por delante. Levantó la cabeza, sorprendida y sin apenas saber dónde estaba. -Eh, tú, ¡a ver si miras por dónde vas! -Le gritó el conductor del coche con un humor de perros. -¡Lo siento! -dijo ella, avergonzada, y siguió adelante. Aarón, Marta y Jose se reían a su espalda. Caminó algo más despacio y se adaptó al ritmo del grupillo, metiéndose en la conversación.
Al rato, llegaron al instituto, y las puertas todavía no habían abierto. Llegaban muy temprano.
¿Habrá llegado ya Anyelo? -se preguntó ella. Miró a su alrededor y vio un grupo de gente de su clase. Se acercó a saludarlos. -¡Hola!- dijo ella con una anormal sonrisa de oreja a oreja en la cara. Ellos se quedaron mirándola como si hubieran visto un fantasma. ¿Nerea así de feliz? Casi oyó ella los pensamientos del grupo. -Hola, Nere, se te ve contenta. -dijo Miriam, una chica que parecía agradable. -Sí. -dijo ella riendo. Los demás le sonrieron y continuaron la cháchara como si nada.
De pronto, alguien le tapó los ojos con las manos por detrás. Anyelo. -pensó ella. -¡Anyelo!- rió, jugando por un momento a ser adivina. -¡Me pillaste! -dijo la voz de su.. novio. Se giró y le dio un beso pequeñito. -¡Buenos días! -dijo ella. -Ahora son buenos. -contestó él, y volvió a besarla, un poco más lento. -Aah, para, que hay gente. -protestó ella fingiéndose enfadada. -¿Y?  -¡Pues nada! -dijo ella. El grupo, al principio sorprendido y luego burlón, ya sabía el por qué de tanta alegría. -Nere, ¿estáis juntos? -dijo Miriam, curiosa. -Sí. -contestaron los dos a la vez. Miriam se rió. -Pues felicidades, chicos. Tú eras Anyelo, ¿no? -Sí, ¿te conozco? -dijo él. -Sólo de vista.-contestó Miriam. 
Sonó el timbre. Anyelo acompañó a Nerea hasta su clase y tras otro beso, en medio del tumulto de la gente, se fue a su clase en el pasillo de al lado. 
En clase, a Nerea la abordaron. -Nere, ¿que estás con Anyelo de 3ºA? -escuchaba por todas partes. -Oooy, ¡que Nere tiene un churry! -dijo una voz conocida. -¡Dafne! -dijo ella. -Salami, salami, te va a dar salami.. -Canturreó ella desde su mesa. -Dafne por Dios, ¡para! -le dijo ella entre risas. -Venga, paro. Ahora en serio, me has sorprendido. ¡Que duréis! -Gracias, ¡supongo! -Le sonrió Nerea.
Entró el profesor de lengua y cesó el tumulto. Un poco de tranquilidad, parece. -se dijo Nerea. -No recordaba que la gente se pusiera tan pesada cuando tenía novio. Ah, mierda. Que yo el único novio que he tenido hasta ahora fue secreto. -Recordó, entre sarcástica y melancólica. En fin, espero que Anyelo sea sincero. 
Abrió el libro y la libreta de lengua y trató de concentrarse en la sintaxis. El romance para luego.

domingo, 1 de abril de 2012

Tú y Yo

Aquél era un día especial; el cumpleaños de Aylén. Aylén había organizado una fiesta increíble, aprovechando que sus padres la consideraban adulta, y la habían dejado sola con permiso para hacer una fiesta para su 15 cumpleaños. En realidad no se saltaba ninguna regla, ¿no? Le dio igual. Era el momento para pasarlo bien, con sus amigas, sobre todo con Nerea que por fin empezaba a despertar de su trance. Ahora volvía a ser la misma de siempre, quizá un poco más desatada de lo normal, pero ya era hora. 
Todo estaba organizado; los manteles recién puestos, botellas de coca-cola, fanta, tinto y alguna que otra de ron, mojito o vodka escondidas mientras llegaban los invitados. Golosinas y patatas fritas puestas en bandejas, el equipo de sonido preparado para que no se repitiera ninguna canción. Aquello iba a ser un desenfreno. Se oyó el timbre. Aylén, con sus ojos pintados, sus cuñas altas y su pantaloncito ceñido abrió la puerta, dejando pasar a Mireya, Selena y Anyelo que venían juntos. 
Al poco, llegaron Tanya, Belinda, Dafne, Saúl, Aarón y más gente. Y luego, tarde como las estrellas, llegó Nerea  planeando arrasar con todo.
La música, que ya llevaba rato sonando, subió el volumen; todos empezaron a bailar. Más gente entró por la puerta. Nadie conocía a nadie, pero bailaban incitados por el alcohol que ya llevaba rato descubierto. Y así, fueron poco a poco abandonando sus problemas, riendo, sin saber por qué. 
Nerea bailaba una bachata con Mireya. Todo se veía más brillante, más cercano. 
Anyelo se acercó a ellas mientras acababa la canción. -Nerea, ¿bailas conmigo la siguiente? -preguntó él, aun con los efectos del alcohol parecía cohibido. -¡Claro! -sonreía ella, feliz de captar su atención. La bachata terminó, con un golpe de cadera, y empezó la siguiente canción. También era una bachata, de Toby Love. Nerea cogió las dos manos de Anyelo, sin vergüenza y con una sonrisa por delante. 
Al ritmo de la canción, como imanes, se fueron acercando. El rostro de Nerea descansaba sobre el hombro de él. Olía a jabón profundo. -Cuando estas junto a mi; siento cada segundo es eterno y me llevas hasta lo mas profundo de esta pasión... -cantó Anyelo en el oído de ella. Nerea se ruborizó y un cosquilleo la recorrió. Sus cuerpos se acercaron más y empezaron a bailar de verdad. Se movían en completa sincronización; sus cuerpos encajaban, se desenredaban, giraban. La canción terminó, pero no con ello su atracción. Tras un giro, Nerea acabó entre los fibrosos brazos de Anyelo. Luego sucedió. Un beso lento, ardiente, anhelado por los dos, tal vez incitado por el alcohol. Y otro beso, caricias, miradas, amor. Una pregunta, una afirmación. Una sonrisa, otro beso. Finalmente, la despedida, porque Anyelo se iba. 
Fuera casi todos, eran las 2 de la madrugada. El rubor cubría las mejillas de Nerea y no sabía bien qué hacer. Aquella noche se quedaba a dormir en casa de Aylén, junto a Belinda, Selena y Tanya. 
Cuando las otras dejaron de intentar sonsacarle cómo besaba Anyelo y si estaban saliendo, Nerea se durmió y soñó con él y aquella dulce bachata que los había conectado a los dos. 


Canción recomendada: Tú y yo; de Toby Love.

domingo, 25 de marzo de 2012

El Universo Sobre Mí

A la hora citada, Nerea estaba intranquila, pensando en cómo contarles todo aquello a sus amigas. Muchas veces pensaba que se rayaba demasiado. Sonó el timbre de la puerta. Respiró profundamente para calmarse y fue a abrir. -¡Hola Nere!- dijo Mireya, que iba delante. -Hola, chicas, pasad. Dijo ella, ya calmada y con una ligera sonrisa en la cara. Se sentaron todas en los sofás del salón: Belinda, Mireya, Tanya, Aylén y Selena. Casi no podía vivir sin ellas, aunque lo demostraba bien poco.
Y, sincera como no lo había sido nunca, contó su verano a sus amigas; cada beso, cada abrazo, cada mirada y.. cada mentira. Ellas la escuchaban con la boca abierta, sin poder creer que se hubiera tenido callado todo aquello. Cuando terminó de contarlo todo, ellas comprendieron el por qué de su habitual silencio, y intentaron animarla y sacarla de su melancolía. Poco a poco lo conseguirían.
Entonces, Belinda puso una cara rara. -Nere, y ¿por qué no has invitado también a Anyelo? Él también habría querido ayudarte.-dijo ella, entre extrañada y preocupada. -Pues, la verdad es que no quiero que precisamente él se entere de todo esto.. Veréis, es que creo que me gusta Anyelo, pero.. No quiero volver a enamorarme, entendedlo. -ellas asintieron pesarosas, sabiendo que no iban a lograr convencerla de lo contrario. Nerea era demasiado cabezota, así que se callaron lo que sabían, dejando que las cosas fluyeran solas.
Luego Nerea puso una peli divertida, y tras echarse unas risas, se fueron todas, dejándola con nuevas esperanzas y felicidad al saber que siempre podría contar con ellas.

Canción recomendada: el universo sobre mi, Amaral.

viernes, 2 de marzo de 2012

Strong Enough

Dos meses después, Nerea había empezado 4º de ESO y seguía con sus amigas de siempre; y todo parecía estar igual que el curso pasado. Al menos, eso parecía. Nerea estaba aún más seria y melancólica que antes de las vacaciones, y sus amigas lo notaban, pero ella no parecía dispuesta a contar nada de lo sucedido, así que las demás chicas acabaron acostumbrándose a su nuevo y pesado silencio. Mejor así.
Le atraía un muchacho algo mayor que ella, repetidor, amigo de toda la vida de Mireya, pero se lo negaba hasta a sí misma. No quería volver a enamorarse, dolía demasiado.
Iba dándole vueltas a todo esto mientras iba de camino al recreo, como siempre. Llegaron a la esquina más alejada del patio, y se sentaron todas. Al momento, llegó Anyelo con su típica montaña de papeles bajo el brazo. Se sentó en el extremo más alejado de la fila tras dirigirle una mirada de fastidio a Mireya, que le miraba burlona. A saber qué estaba tramando.
Nerea resopló con evidente aburrimiento y se levantó. -¿Dónde vas, Nere?- Le preguntó Belinda. -Con Sara. Dijo que tenía que hablar conmigo. -mintió de forma no muy convincente. Y sin esperar respuesta, dio media vuelta y se fue. Todos se la quedaron mirando, Anyelo con una expresión en la cara diferente a la de los demás. Y mientras, Mireya reía con Raúl y Aylén, totalmente ajena a lo demás.

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Nerea salió zumbando a la biblioteca. El mejor sitio cuando no se tiene a nadie con quien hablar, y no hay palabras para explicar lo que se siente.
Cogió un libro al azar, que resultó ser Romeo y Julieta de Shakespeare, que había leído anteriormente, pero no se cansaba de zambullirse en sus versos. Y allí se quedó, leyendo Shakespeare hasta que acabó el recreo. Subió las escaleras hasta la clase y se sentó en su escritorio. Al poco llegó el resto de sus compañeros, ignorándola, para variar. Alguno que otro la saludaba, y ella les respondía con una tenue sonrisa, eco de lo que había sido meses atrás.
Las horas pasaron lentas, perezosas, para los demás. Ella, abstraída en su mundo como siempre, copiaba los apuntes sin darse cuenta de que escribía. De pronto, le llegó una nota desde atrás, de Tanya y Aylén.
<<Nere, tenemos que hablar contigo.. Que, tía, estás rarísima, ¿se puede saber qué te pasa? Desde la vuelta de las vacaciones no eres la misma, estamos todas preocupadas.. =(
Si, Nere, nos tienes rayadas, es que estás demasiado apagada, tu no eras así.. ¿nos cuentas lo que te pasa? =S>>
Nerea suspiró, pero les respondió. No podía seguir ocultando su verano a sus amigas, tenía que decírselo a alguien ya... Añadió a la nota: <<jo, chicas, había tratado de no contároslo, pero se lo tengo que contar a alguien porque no puedo con esto yo sola.. Venid esta tarde con las demás a mi casa y os cuento?? ^^>>
En seguida le llegó la respuesta de Tanya: <<Claro, esta tarde a las 4 estamos todas allí>>
Nerea guardó la nota en la libreta y siguió escribiendo en el cuaderno. La primera nota en todo el curso que llegaba a sus páginas.

(canción recomendada: strong enough)