Era Lunes por la mañana, camino del instituto, dos días después de aquella fiesta tan especial.
Nerea soñaba despierta mientras caminaba con Jose, Aarón y Marta, conocidos del instituto que vivían cerca de su casa.
Estoy deseando llegar al instituto sólo por verle. -Pensaba Nerea, en las nubes. -Dios.. Tengo mariposas en el estómago sólo de recordar sus besos en la fiesta, sus dulces labios acariciando mi cuello.. ¡Quiero tenerle YA conmigo! -En sus ensoñaciones, Nerea había llegado a un paso peatonal y no se había dado cuenta. Un deportivo azul casi se la lleva por delante. Levantó la cabeza, sorprendida y sin apenas saber dónde estaba. -Eh, tú, ¡a ver si miras por dónde vas! -Le gritó el conductor del coche con un humor de perros. -¡Lo siento! -dijo ella, avergonzada, y siguió adelante. Aarón, Marta y Jose se reían a su espalda. Caminó algo más despacio y se adaptó al ritmo del grupillo, metiéndose en la conversación.
Al rato, llegaron al instituto, y las puertas todavía no habían abierto. Llegaban muy temprano.
¿Habrá llegado ya Anyelo? -se preguntó ella. Miró a su alrededor y vio un grupo de gente de su clase. Se acercó a saludarlos. -¡Hola!- dijo ella con una anormal sonrisa de oreja a oreja en la cara. Ellos se quedaron mirándola como si hubieran visto un fantasma. ¿Nerea así de feliz? Casi oyó ella los pensamientos del grupo. -Hola, Nere, se te ve contenta. -dijo Miriam, una chica que parecía agradable. -Sí. -dijo ella riendo. Los demás le sonrieron y continuaron la cháchara como si nada.
De pronto, alguien le tapó los ojos con las manos por detrás. Anyelo. -pensó ella. -¡Anyelo!- rió, jugando por un momento a ser adivina. -¡Me pillaste! -dijo la voz de su.. novio. Se giró y le dio un beso pequeñito. -¡Buenos días! -dijo ella. -Ahora son buenos. -contestó él, y volvió a besarla, un poco más lento. -Aah, para, que hay gente. -protestó ella fingiéndose enfadada. -¿Y? -¡Pues nada! -dijo ella. El grupo, al principio sorprendido y luego burlón, ya sabía el por qué de tanta alegría. -Nere, ¿estáis juntos? -dijo Miriam, curiosa. -Sí. -contestaron los dos a la vez. Miriam se rió. -Pues felicidades, chicos. Tú eras Anyelo, ¿no? -Sí, ¿te conozco? -dijo él. -Sólo de vista.-contestó Miriam.
Sonó el timbre. Anyelo acompañó a Nerea hasta su clase y tras otro beso, en medio del tumulto de la gente, se fue a su clase en el pasillo de al lado.
En clase, a Nerea la abordaron. -Nere, ¿que estás con Anyelo de 3ºA? -escuchaba por todas partes. -Oooy, ¡que Nere tiene un churry! -dijo una voz conocida. -¡Dafne! -dijo ella. -Salami, salami, te va a dar salami.. -Canturreó ella desde su mesa. -Dafne por Dios, ¡para! -le dijo ella entre risas. -Venga, paro. Ahora en serio, me has sorprendido. ¡Que duréis! -Gracias, ¡supongo! -Le sonrió Nerea.
Entró el profesor de lengua y cesó el tumulto. Un poco de tranquilidad, parece. -se dijo Nerea. -No recordaba que la gente se pusiera tan pesada cuando tenía novio. Ah, mierda. Que yo el único novio que he tenido hasta ahora fue secreto. -Recordó, entre sarcástica y melancólica. En fin, espero que Anyelo sea sincero.
Abrió el libro y la libreta de lengua y trató de concentrarse en la sintaxis. El romance para luego.
me encanta el blog ya tienes otra seguidora te dejo mi blog por si quieres pasarte y si te gusta me sigas :) http://wwwteenage-girls.blogspot.com.es/
ResponderEliminarOK muchas gracias me paso por allí a ver qué tal ;)
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